Escrito por Ricardo Fort.
Señor Cabresto, leo su página desde Argentina, sentado en mí baño nomás pa que me afloje los choripanes. Soy boliviano pero nacido en Jujuy, que es en realidad desde donde empieza Bolivia. Ahora tengo mi verdulería en la capital porteña. Le cuento que soy íntimo del presidente Evo Morales. Todas las mañanas le llevo pepinos y papayas. No sé qué hace con eso, pero las recibe entusiasmado; también le llevo coca. Siempre lo pillo en su habitación recortando los periódicos en los que sale sus fotos las cuales pega en las paredes que están cubiertas por su imagen.
Estimado señor cabrón, tengo una primicia para usted, y lo digo ahora que soy parte del equipo de asesores de Evo. Mire, nos ha compartido su nueva brillante estrategia para recuperar el poder en Bolivia: participar en el popular programa de televisión: ‘Bailando por un sueño’, dirigido por Marcelo Tinelli. Qué le parece, un genio, ¿no? Qué portento y privilegio escucharlo hablar durante ocho horas seguidas en la verdulería.
El compañero Morales se está entrenando muchísimo. Su rutina empieza a las 11 de la mañana y consiste en hacer 10.000 abdominales y 30.000 lagartijas. Eso sí, se salta los números múltiplos de 21 (f) porque le gana el pánico y se pone a llorar; quien lleva la cuenta es el licenciado Álvaro. “Una vez que gane el Bailando retaré por televisión a un duelo de cuequitas a Jeanine y cuando se baje de la silla, zas, me siento yo”, dice Evo más lúcido que nunca.
Le cuento que estamos yendo a bailantas para que se pruebe. La verdad cuesta sacarlo de la pista porque es incansable, obsesivo, baila una canción, y luego otra, y quiere estar siempre en la pista, bajo el pretexto que es el público el que lo pide, pero no siempre es así. Nos sacan los patovicas y Evo se emputa y quiere cercar el boliche, pero al final salimos de ahí cuando pinta el sol, nos vamos pa' la esquina, bailando con los pibes, meta vino y porquerías.
Le adelanto que sabemos cuál es el paso estrella de Evo, sí, como lo imaginaba, es el pasito del cuello en el que mueve la cabeza de un lado a otro. Qué maravilla de la anatomía humana y de la física, ¿no? Seguro se cayó de espaldas al leer esto. Es un capo total Evo, recordemos que bailaba con ambos pies, hacia la izquierda y a la derecha.
Pero ya me despido señor cabrito, porque tengo que ir a correo a recoger un paquete que nos trae desde Bolivia el santo sudario de Evo, en realidad una colcha tigre donde está impregnada su imagen de la última noche que pasó en el Chapare.
Hasta una próxima, señor cabrío.
NOTA.
Cabestros es el primer diario digital satírico de Bolivia. No es financiado por ninguna organización política... aún. Tratamos de ser equitativos en nuestro desprecio por la clase política.
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