> Santa Cruz siente los primeros efectos del coronavirus.
No solo son malas noticias las que trae el Covid-19 pues el impacto ambiental positivo que está teniendo en el planeta ha llegado a la ciudad, uno de estos se hizo evidente en la cristalización de las aguas infestas del Parque El arenal dando lugar a, oh, eh!: ¡la aparición de las ruinas de una ciudad perdida!, pero que curiosamente sus paredes están pegadas con afiches electorales del partido político Santa Cruz somos todos.
Arqueólogos locales que no sabía de sus existencias luego de hacer cola aglomerados durante un día para poder circular durante la cuarentena fueron a realizar tomas del lugar. Descubrieron que las ruinas pertenecen a una cultura de origen Pre-Fernández, aunque no sabemos de cuál de los Fernández.
En el fondo de las aguas se pilló también funcionando una sucursal de Farmacorp y otra del Banco Fassil. La noticia ya se hizo eco en ambientalistas que se agruparon con dos metros de distancia revelando que una de las razones de la contaminación de la laguna provenía del palacio de justicia. Es decir, apenas cerrado el poder judicial las aguas comenzaron a transparentarse, dejando expuestos a la luz del sol a un centenar de abogados que se rehúsan a volver a sus casas porque no las tienen.
No cabe duda que la ciudad está respirando de nosotros: por ejemplo, las palomas de la plaza 24 de septiembre están menos piojosas, el centro de la ciudad ya no huele a orín, los baches de las calles cicatrizan de manera espontánea y el césped crece verde en la jardinera maltratada por la construcción del BTR. ¡Gracias Covid-19!
NOTA.
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